Info5Villas entrevista a la escritora covachera María Sánchez Blázquez tras la reciente publicación de “Te escribiré mañana”, su segundo libro de poesías.
12 de la mañana de un día de agosto. Calor extremo. Sudor cayendo a transeúntes y gente sentada a la sombra. Pero ahí están donde siempre su casa típica, de las de portal refrescante, y su eterna e inconfundible sonrisa. María Sánchez Blázquez (Cuevas del Valle, 1994) recibe a Info5Villas con los brazos abiertos y la lógica ilusión y alegría de quien hace un mes - el 25 de julio - ha sacado al mercado su segundo libro: “Te escribiré mañana” (editorial Olé Libros). Pese a las duras circunstancias por las que se lanzó al mundo de la literatura, atiende con toda la amabilidad del mundo a las preguntas entre el runrún de fondo de las rutinarias conversaciones de su calle, en esta jornada algo alteradas por querer presumir de su vecina escritora ante todo el que llega de fuera.
Pregunta: Bueno, María, ¡encantado de saludarte! Hace ya justo 2 semanas de la presentación (el día 10 de agosto) de tu segundo libro, “Te escribiré mañana”, aquí en tu pueblo, Cuevas del Valle. ¡Enhorabuena! ¿Cómo estás? ¿Cómo describes ese momento y cómo fue el planteamiento de la presentación?
María: ¡Igualmente! ¡Muchas gracias! ¡Madre mía! ¿Ya? ¡Pues se me han pasado rapidísimas estas 2 semanas! (Risas) La verdad es que la idea fue mía, desde el Ayuntamiento no me plantearon hacerla más que nada porque no lo sabían ya que mantuve muchísimo en secreto que iba a sacar el libro. Sólo lo sabían mis padres, que se lo dije cuando ya sabía yo al 100% que me lo iban a publicar. No lo dije a nadie más porque me agobia mucho que durante el tiempo que se tarda en hacer todo me estén preguntando: “¿Cómo va? ¿Cuánto falta? ¿Cuándo sale?” Así que di la noticia ya cuando estaban los libros disponibles para vender aquí en mi casa y fui yo la que dije al Ayuntamiento que ya lo tenía. Allí son encantadores conmigo y me dieron muchas facilidades, tanto en la del primer libro como en la de este, y me dijeron que la podía hacer donde, cuando y como quisiera y que si quería que me pusieran un altavoz y el equipo de música. Yo les dije que quería que fuese una cosa muy sutil ya que la del primer libro (“Todos mis puertos”. Editorial Olé Libros) sí fue algo más pomposa, más preparada, más nerviosa y elegante y esta vez quería que fuese más ‘en petit comité’, más cercana, en la Plaza Vieja, en un sitio con menos gente y más pequeño y un jueves, que, aunque en el pueblo en agosto siempre hay gente, no quería que fuese un sábado. La verdad es que muy bien, me ayudaron con todo desde el Ayuntamiento y todo genial.
En cuanto a la presentación, aunque estaba un poco nerviosa lo estaba menos que la otra vez más que nada porque me lo planteé de la forma: “Voy a hablar de cosas que he escrito yo, que me han pasado a mí, sé por qué las he escrito y entonces sé lo que quiero decir de eso y lo que no quiero decir y ya está. Yo me planto allí y lo que me salga en el momento pues ole”. Y así fue. Fue un poco difícil y me tuve que concienciar con la cosa de que, obviamente, el libro es de poemas de amor porque soy muy romántica y de cosas que me han pasado a mí entonces es muy personal, es como si escribes un diario y de repente ese diario lo va a leer todo el mundo. Entonces una cosa es que tú te lleves el libro, lo leas en tu casa y pienses: “¡Joer qué mal todo lo que le ha pasado a esta chica y qué mal lo ha pasado o ha estado!” o lo que a ti te genere y otra cosa es ponerme yo a hablar de ello delante de todo el mundo. De la primera parte, que es la más durilla, dije que no quería hablar mucho porque si no me iba a poner a llorar y la pasé un poco por alto (risas) y la verdad es que fue muy bien porque al ser gente que conozco de siempre o que me conoce pensé como si estuviera hablando con amigos a los que se lo estoy contando y ya está.
P: Precisamente hablando ya del libro en sí, ¿qué se va a encontrar el lector de “Te escribiré mañana”?
M: Lo primero y más importante de todo es dejar claro que es un libro de poesía, sobre todo de amor, porque yo soy una persona muy romántica y escribo de las cosas que me pasan a mí. Está dividido en 4 partes que son como las fases de un duelo, básicamente. Al principio tenía intención de separarlo en las 5 fases del duelo, pero como yo soy así de poética dije: “¡Ay, no! Me gusta más de otra forma”. Entonces lo he dividido en las 4 fases lunares: empieza por la Luna menguante, luego Luna nueva, Luna creciente y Luna llena como un proceso de evolución de cuando estás peor y más triste y cómo va evolucionando y mejorando la cosa hasta un punto que llego a estar bien y a sentirme yo misma volviendo a ser la persona que considero que soy antes de que me pasara todo esto, ya todo bien y superado. En el libro se ve muy claramente esa evolución de muy triste a una mejoría absoluta. Di muchas vueltas al libro y tenía una idea diferente, iba a poner cada fase del duelo empezando cada una con una carta, por eso sabía que ese iba a ser el título, pero al final no me digas cómo porque no lo entiendo me evolucionó en esto y lo he titulado así porque se llama así un poema del libro. En la portada está representado todo lo de dentro, con las 4 fases de la Luna y símbolos que aparecen mucho como las flores de cerezo o el atardecer.
P: ¡Se ve perfectamente, está estupendo! ¿Cómo empezaste a escribir libros? Porque es verdad que has dicho que este concretamente es parecido a un diario, pero ¿cómo surge el querer plasmar ese diario en un libro y en qué momento de tu vida lo hiciste?
M: Siempre he leído muchísimo, desde que era pequeña y me encantaba. Desde que tengo 10 o 12 años siempre he querido y he tenido como meta en la vida escribir un libro, lo tenía clarísimo y quería hacerlo. Leía mucho y con 14-15 años me leía unos ‘tochazos’ de libros que también me encantaban, aunque por aquel entonces la poesía ni fu ni fa. Pero cuando tenía más o menos esa edad una profesora de Lengua de mi instituto empezó a poner cada miércoles un famoso y romántico poema en la biblioteca. Yo me empecé a picar y cada miércoles iba allí a recogerlo y me encantaba porque en aquella época yo ya era muy romántica y me llamaban la atención, pero ahí se quedó la cosa y seguí leyendo mis novelas. Con 18 años empecé a escribir una novela porque ya me habían pasado muchas cosas, pero cuando llevaba unas 200 páginas un virus se metió en mi ordenador, borró todo y lo perdí sin que tuviera arreglo. Me pillé tal cabreo que de los 18 a los 20, 21 o 22 años no escribí nada de lo enfadada que estaba porque no podía volver a retomar eso porque ya no me acordaba. En 2017 sí escribí alguna cosa, pero pensaba que cómo iba a escribir poesía si no tenía ni idea de esto, pero de repente me empezaban a salir cosas sueltas. Y ya en 2019, cuando empezó la época mala de estar muy mal con el chico este del libro, me di cuenta de que a mí no me gusta contarle mis cosas malas a la gente entonces descubrí que la mejor forma de expresarlas y de sacarlas era escribiendo. Empecé a escribir muchísimo, muchísimo y pensaba que era rarísimo, pero necesitaba desahogarme cogiendo un bolígrafo. Con algunas pensaba “uy esto ¡qué bien me ha quedado!” o “¡esto qué mal!” y lo tiraba a la basura. Pero justo en 2020 empezó el COVID, algo que para mí fue absolutamente traumático y el peor año de mi vida con mucha diferencia porque yo entonces trabajaba de enfermera en Liverpool, donde llevaba 3 años viviendo muy feliz. Entonces se me juntó lo mal que estaba yo ya por lo del chico este y la pandemia, que fue absolutamente horrible y horrorosa. Yo necesitaba desahogarme porque allí estaba sola, no tenía a nadie, la gente estaba encerrada, yo sólo salía a trabajar al hospital y entonces empecé a escribir muchísimo de todo. Me di cuenta de que cuando estoy mal es cuando me salen mejor las ideas y a partir de ahí fue un no parar. Ya cuando se pasó un poco todo, en la tercera ola, aunque seguíamos mal ya estaba aquí en el pueblo y pensé en recopilar todo lo escrito por si quedaba bonito y alguien lo quería leer, pero como cosa mía y para tenerlo yo también de recuerdo como algo bonito en casa porque me había quedado bien. Pero me dio por buscar editoriales que publiquen poesías a ver si por lo que sea les interesaba y tuve muchísima suerte porque envié los manuscritos a 7 u 8 y 4 o 5 me dijeron que sí, algo que al no ser famosa me sorprendió.
P: ¿Puede ser porque la poesía es más publicable que una novela, que tiene más competencia y mercado?
M: Pues yo no daba un duro por ello, pero justo me dijeron que sí y esta editorial, Olé Libros, me parecía muy fiable. Desde ella me propusieron cosas y todas me parecían genial así que superbién con ellos. Hice el primer libro con ellos y contentísima.
P: ¿Les enviaste los textos poco a poco o cómo fue ese proceso?
M: No, no. Yo ya tenía terminado el primer libro, lo tenía hecho y al enviárselo me dijeron que estaba perfecto y que solamente tenía que corregir 3 cosas. Después de ese libro, como cuento aquí en este, pasaron 2 años. El primero, “Todos mis puertos”, fue una revolución, pero en este de ahora me siento más mayor, más madura. En ese metí poemas de 2017 que tenía del principio y que ahora no me gustan, pero tuvo muy buen recibimiento de la gente y muy buena acogida, supercontenta, todo genial. Fui a la Feria del Libro de Madrid, a la Feria del Libro de Murcia y me invitaban a todas las que quisiera ir, pero yo soy malísima vendiendo y me daba muchísima vergüenza. Les dije que no quería más porque lo paso fatal, aunque fueron superbién, pero yo no valgo. Después me agobié un montón y dije que no quería saber nada del libro ni de escribir más porque pensaba que no tenía ninguna idea, que no iba a poder escribir más, que habría sido cosa de un momento y ya está, que se había acabado y me había quedado seca y esa idea me agobiaba. Tuve que hacer la paz conmigo misma de decir ya está, no pasa nada, pensando para mí misma: “Has hecho esto y punto. Tú no eres escritora y ya has cumplido tu sueño de escribir un libro”. Y hasta casi un año después, poco antes del verano pasado, no volví a escribir nada y ya empecé otra vez. Voy por épocas, hay días que escribo 7 poemas porque me vienen no sé de dónde y luego hay 3 meses que estoy sin escribir. Este libro, en el que ya tenía una idea e iba siguiendo el curso de estar mal a estar bien, se lo mandé, les encantó y además estaban contentísimos conmigo así que para adelante y superbién todo.
P: Has dicho que cuando peor estás te salen mejores ideas… No quiero que estés mal, pero ¿tienes en mente publicar más libros?
M: (Risas) Sí, estoy escribiendo muchísimo ahora y no sé por qué porque ahora no estoy nada mal, estoy superbién. Estoy contentísima con mis libros y los adoro, pero yo sigo con mi cosa de que quiero escribir una novela. Lo tengo ‘hiperpendiente’ en mi vida. Siempre compagino leer una novela con libros de poesía para ratillos, pero a mí la novela, sobre todo la histórica, me encanta. Y tengo mi cosa ahí de que la quiero hacer. Tengo muchas cosas empezadas, pero no tengo tiempo físico para hacerlo. Tengo otro libro de poesía ya en mente porque ahora que leo mucha poesía clásica de Miguel Hernández, García Lorca, Gloria Fuertes o Pablo Neruda me están inspirando muchísimo por la razón que sea. Me acabo de terminar uno de Gloria Fuertes que me ha encantado y llevo un verano buenísimo. Igual no vuelvo a publicar nada, pero en mi cabeza está ya totalmente estructurado el siguiente libro. Parece que estoy loca, pero me vienen ideas como ráfagas y pienso: "¡uy qué buena!". En mi cabeza pienso que son ideas buenísimas (risas).
P: Hablábamos de que “Te escribiré mañana” tiene la parte mala del principio, la buena del final… ¿Cómo animarías entonces a leerlo sea cual sea el estado de ánimo de quien lo empiece?
M: ¡Ay ésta qué difícil! (Risas). Lo primero que voy a decir es que sé que la poesía no la lee mucha gente. Es una realidad que la novela es lo que más se lee. Soy consciente de que a muchísima gente no le gusta la poesía, pero te diría que, aunque me gusta leer a los clásicos la mía no es para nada una lectura espesa o empalagosa. Está mal que yo lo diga porque es mi libro, pero la gente me dice que es supernatural, que son aventuras de una chica joven que le pueden pasar a todo el mundo y aunque empieza con una parte muy dura luego hay poemas muy bonitos. Lo que me gusta mucho es que, aunque hay poemas que obviamente los he escrito por una cosa o que van dedicados claramente a alguien concreto, luego hay otros más abstractos y ambiguos. Por eso luego digo a la gente que me dé su opinión, porque me pasa que los escribo por una cosa y a la gente luego le ha hecho pensar otras cosas muy distintas (en sus abuelos, en su pueblo…) Me parecen poemas que te los puedes llevar a tu terreno o aplicar a tu vida al cien por cien porque en mi caso me ha pasado esto con este chico, pero otra gente se lo lleva a duelos de muertes de seres queridos o pérdidas por lo que sea y también se identifican así que no son solamente para rupturas amorosas. Además, a medida que avanza y mejora el libro trato también un montón de temas: hablo del COVID, un tema muy importante para mí, tengo poemas feministas y de lucha de mujeres, porque yo soy muy feminista, de cosas que han pasado aquí muy fuertes que ahí se quedan porque no puedo hablar de ello, de violencia de género… Una ruptura amorosa es el tema principal, sí, pero no habla solamente de ello porque una vez que evolucionas y empiezas a ver la luz empiezas a volver a tu vida normal y a ver las cosas que pasan.
P: ¿Quizá también influye tu profesión de enfermera en eso mismo, en pensar que hay problemas aún peores que una ruptura amorosa?
M: Efectivamente, eso es. Yo lo veo todos los días en la UCI del Hospital de Ávila, veo gente que está muy, muy mal y veo a las familias que están pasándolo muy mal y pienso: “Joer, he escrito yo esto que parece que se me está yendo la vida en ello y digo joer si es que a mí realmente no me ha pasado nada”. Lo he pasado mal, pero hay gente que lo está pasando mal de verdad, de cosas serias y no por esto. Todos mis compañeros y mucha gente lo han leído y todos lo pueden aplicar a un montón de aspectos de su vida y me han dicho que hay poemas que no se los esperaban para nada. A medida que vas saliendo del agujero vas viendo más temas de los que también hablo en el libro.
P: No lo habíamos dicho bien aún y es importante… ¿Dónde se puede comprar “Te escribiré mañana”?
M: (Risas). Pues se puede comprar desde el martes 22 en La Casa del Libro, que no estaba hasta ahora, en Amazon, en la página web de la editorial Olé Libros, en la Librería Letras (en Ávila), que son muy majas y las compro mucho, y aquí en mi casa. Incluso también hasta en alguna tienda de aquí del pueblo que me ayuda y tiene algunos a la venta allí. Pedí muchos porque como sé que mucha gente de aquí que me conoce lo quiere dedicado... Después de la presentación del día 10 mucha gente me lo pidió dedicado y parecía famosa firmando libros (risas). Además, en breve también estará a la venta en FNAC, donde también está el primero y me hizo mucha ilusión verlo la primera vez, y en El Corte Inglés. Suelen tardar un poco más en llegar a este tipo de tiendas, pero llegarán.
P: ¡Cuánto me alegro! ¡Que tengas muchísimos éxitos y muchísimas gracias por atender a Info5Villas, María!
M: ¡Muchas gracias! Estoy muy contenta porque van muy bien las ventas y espero que sigan así. Creo que este libro va a funcionar mejor, aunque también porque conozco y me conoce más gente. Igual en 2 meses me pasa como con el primero y digo que no quiero saber nada de él, pero estoy muy contenta con él porque con ciertos poemas del otro yo no estaba convencida, pero con este sí estoy contenta. Además, hay 109 poemas (unos 37 más que en el anterior) por eso éste cuesta 16 euros y el otro 15, porque tiene más. Me advirtieron de ello y me dijeron si quería quitar algunos, pero yo no quería descuartizar mi libro.
P: ¡Creo que hiciste bien! ¡Muchísimas gracias de nuevo, también por dedicarme un libro a mí, y enhorabuena otra vez!
M: ¡Un placer y muchísimas gracias a ti!
(Imagen: Sergio Latorre González. Más fotografías de la entrevista en el perfil de Facebook de Info5Villas).