Charlamos con el escritor de ascendencia villana y villarejana Luis Mateos Yestera tras la publicación de su libro "Treinta y cinco minutos".
Luis Mateos Yestera (Éibar, Guipúzcoa, 1957) ha estrenado recientemente su libro "Treinta y cinco minutos", una enigmática narración que atrapa desde las primeras líneas y en la que un simple despertar con ese tiempo de adelanto trastoca por completo una vida agradable.
Justo dos semanas antes de su presentación en Arenas de San Pedro, el autor ha concedido una entrevista a Info5Villas en la que habla de esta novela, de su pasión por la literatura y de las clases de escritura que imparte en Mombeltrán, pueblo en el que reside desde hace algo más de 2 décadas.
Con padre de La Villa, hijo de uno de los boteros existentes en aquellos tiempos, y madre nacida en Villarejo del Valle, Luis llegó al mundo en Euskadi, donde vivió sus primeros 8 años hasta su traslado a Madrid. Pese a ello, afirma, su unión con Mombeltrán "siempre estuvo presente" hasta que en 2003 se pudo instalar con su familia definitivamente en nuestra tierra.
Sergio: ¡Muy buenas, Luis! ¡Encantado de saludarte y enhorabuena por el lanzamiento de "Treinta y cinco minutos"! ¿Cómo definirías el libro?
Luis: ¡Hola, Sergio! ¡Muchas gracias! Bien, pues diría que se trata de una historia de misterio teniendo como eje la vida del protagonista.
S: Ese protagonista es Cormac, un personaje excesivamente metódico y obsesivo. Todas las personas tenemos nuestras manías... ¿Hay algo de Luis en él o qué inspiración has tenido para crearlo? ¿Cómo fue el proceso?
L: No, no hay ninguna relación entre autor y protagonista. La historia nació hace ocho años como un relato de misterio en 4 páginas que guardé con el deseo de ampliarla algún día. Ese día llegó a finales de junio de 2023, en un momento en el que estaba creando un relato de misterio de 20 páginas para una editorial que quería editar una antología de misterio con otros 6 escritores. Cuando saqué este relato del cajón me di cuenta de que la historia de Cormac tenía que ser únicamente mía.
S: Me comentabas en privado que vas a presentar "Treinta y cinco minutos" próximamente en Arenas de San Pedro y en Mombeltrán, ¿cómo prevés ambas citas? ¿Qué vas a ofrecer a quienes acudan?
L: Las presentaciones se han retrasado algo, pero en Arenas de San Pedro salvo imprevistos de fuerza mayor sería el 23 de mayo.
S: ¡Esperemos que no los haya! Volviendo a la historia que cuentas, está ambientada en Nueva York. ¿Por qué ese escenario?
L: Quería que el lector hiciera un esfuerzo en visualizar unos lugares que mezclaran modernidad y misterio humano. Si lo hiciera en una ciudad de España eliminaría algo de misterio sobre la visión que el lector puede tener en los movimientos de la calle.
S: Bien pensado, sí (risas). Sin contar nada del texto, ¿qué te parece la potente imagen de la portada del libro? ¿Cómo fue su creación?
L: Creo que la imagen recoge los elementos importantes que se detallan en el transcurso de la historia. Todo lo representado en la imagen forma parte de la historia, incluido el reloj, que hay a quien le cuesta verlo. Resumiendo, quería que se viera que el cuervo tiene el control.
S: ¡Sólo con esa frase ya llama la atención! Pero si aún hiciera falta alguna forma de animar a leerlo, ¿cómo lo harías?
L: No quiero que lo lean porque a mí me parece interesante. Si de algo sirven las opiniones la mía no cuenta. Lo que puedo decir es que deberían leerlo aquellos a los que les guste el misterio, porque el sondeo realizado entre algunas personas que lo han leído coincide en que una vez leídas las primeras páginas estaban deseando llegar a casa para poder seguir leyendo.
S: ¡Fenomenal! Vamos a hablar también de las clases de escritura que impartes en Mombeltrán desde el año pasado. ¿Cómo son? ¿Cómo están yendo este curso? ¿Cuánta gente va y qué estáis trabajando en ellas?
L: Pues sobre ellas he de decir que, a pesar del poco tiempo que llevamos, los resultados están siendo agradables. Sabemos que este tipo de talleres son lentos, pero el equipo de alumnos que hasta la fecha asisten están contentos con lo que hacemos y eso es lo más significativo. Mayoritariamente son mujeres, sabemos que no es una actividad de masas, pero les gusta lo que aprenden y se lo pasan bien. Trabajamos una parte de técnicas, o lo que coloquialmente podría ser la composición y orden de lo que se plasma en el papel. Escuchar las formas que mejor suenan al leer lo escrito, aprender a sentir la historia que se cuenta y cómo enfocarla... En fin, todos los sistemas que se puedan utilizar para escribir algo que despierte sentimientos, sensaciones... En definitiva, escribir para despertar algo en el lector.
S: Ahora que tienes más tiempo y siendo un enamorado de la literatura, ¿publicarás más obras?
L: Así es, por supuesto que seguiré. Con más ganas cada día. De hecho, ya he iniciado una nueva novela, una novela negra.
S: ¡Bien, estaremos atentos! ¿Con qué géneros literarios y tipos de narrativas te sientes más cómodo o sobre cuál te gustaría probar a publicar?
L: Los géneros literarios son tan amplios que no cerraría la puerta a ninguno, pero donde me siento más cómodo es con el misterio, con la novela negra, la novela policíaca, etcétera.
S: Y tendrán también muy buena acogida, sin duda. Ya para acabar y retomando de nuevo "Treinta y cinco minutos", ¿cómo se puede leer? ¿Dónde está disponible?
L: Pues te comento que la adquisición de "Treinta y cinco minutos" de momento está disponible en librerías de la zona. A partir de junio habrá más canales de distribución con los que de momento estoy negociando. También puedo enviar la novela por correo. Quienes la quieran pueden enviarme la solicitud a yestermal@hotmail.es y se la hago llegar. Con el ejemplar, además, va incluido un marcapáginas con dos microrrelatos.
S: ¡Todo un detalle! ¡Pues muchísimas gracias por este buen rato entre libros y que vaya todo estupendamente, Luis!
L: ¡Encantado, un placer y muchas gracias a ti!
(Imagen cedida por Luis Mateos Yestera).